El post parto es una etapa tan hermosa y emocionante como angustiante y abrumadora. Pasas por muchas emociones y por muchos cambios físicos, mentales y emocionales. Hacerte cargo de una vida no es cualquier cosa, además de la presión social constante que hay sobre quiénes somos madres, la carga puede volverse un poco pesada. 

Sin embargo, es importante escuchar experiencias post parto reales y honestas, más allá de la historia rosa e idílica que nos venden: Porque maternar es, sobre todo, una experiencia humana que nos pone a prueba. Y para recuperarnos durante el post parto es importante ser realistas y contar con redes de apoyo. 

Te puede interesar 5 Tips para volver a la rutina después del parto (bellennials.com)

Así que quiero compartir contigo, más que consejos para el post parto, algunas cosas honestas que me hubiera gustado saber y que seguramente me hubieran ayudado a sentirme menos angustiada, agobiada o culpable. 

Las emociones son intensas y cambiantes:

Durante el postparto, experimentamos una montaña rusa emocional. Es normal sentir una alegría inmensa, un amor profundo, pero también es normal pasar por momentos de tristeza, ansiedad y agotamiento. No te sientas culpable por estas emociones. Hablar abiertamente sobre lo que sientes y buscar apoyo emocional es fundamental. 

Tampoco te sientas culpable cuando se trata de emociones negativas, esas emociones también son humanas. ¡Yo las sentí todas!

El apoyo de pareja y seres queridos es crucial:

Contar con el apoyo emocional de tu pareja y seres queridos marca la diferencia. Habla con ellos abiertamente sobre tus necesidades y emociones. Permíteles involucrarse y ayudarte en esta etapa. Recuerda que no tienes que hacerlo todo sola.

No te compares con otras madres:

Cada maternidad es diferente y única. Evita compararte con otras madres y sus experiencias. Recuerda que cada una tiene su propio camino y desafíos. Confía en ti misma. Eres la mejor madre para tu bebé y estás haciendo  lo que puedes con lo que tienes.

No temas pedir ayuda:

No tienes que hacerlo todo. No dudes en pedir ayuda cuando la necesites. Amigos, familiares o profesionales de la salud pueden brindarte apoyo y aliviar tu carga. Acepta las ofertas de ayuda y no sientas que estás fallando por necesitar un descanso o asistencia. Sé que es difícil a veces, a mí me cuesta incluso ahora, pero es uno de los mejores regalos que puedes darte.

Cuida de tu bienestar físico y mental:

El cuidado propio es esencial. Asegúrate de descansar lo suficiente, alimentarte bien y hacer ejercicio de acuerdo a tus posibilidades. Además, no descuides tu salud mental. Si te sientes abrumada, ansiosa o triste, busca apoyo profesional. No hay vergüenza en cuidar de ti misma.

La vida sexual puede tardar un poco más de lo que imaginamos, ¡y eso es normal!:

Después del parto, es común que la vida sexual experimente cambios y que la intimidad tome un tiempo para restablecerse. No te presiones ni te preocupes si las cosas no vuelven a ser como antes de inmediato. Recuerda que cada pareja tiene su propio ritmo y que la conexión emocional con tu bebé también es importante en esta etapa. Comunícate abiertamente con tu pareja, sé paciente y recuerda que el amor y la intimidad se transforman y evolucionan a lo largo del tiempo.

Todo mejorará:

A medida que avances en tu camino de la maternidad, notarás que todo va mejorando. Las dificultades iniciales, los cambios hormonales y la adaptación a tu nuevo rol de madre son solo etapas temporales. Cada día, descubrirás nuevas habilidades y fortalezas como mamá. Con el tiempo, te sentirás más segura y cómoda en tu papel. Disfruta cada momento, incluso los desafiantes, sabiendo que cada etapa es una oportunidad para crecer y aprender.

Si te gustan mis contenidos sobre maternidad, amor propio y crecimiento personal, no te pierdas  mis próximos artículos en Bellennials.