Después de dar a luz, recuperar el suelo pélvico es esencial para evitar problemas de incontinencia, mejorar la sexualidad, aliviar el dolor lumbar y mejorar la postura, y para lograrlo, existen ejercicios específicos que te pueden ayudar a recuperarlo poco a poco. 

Entiendo que para muchas de nosotras sea complejo encontrar tiempo para nosotras mismas, pero es importante recordar que es necesario cuidar de nuestra salud física y mental. Es un desafío, pero con un poco de planificación y perseverancia, puedes encontrar el tiempo para hacer tus ejercicios de suelo pélvico.

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Antes de hablar de algunos tips que te ayudarán a recuperarlo, quiero también contarte sobre algunas de las estrategias que he implementado para lograr encontrar tiempo para mis ejercicios de suelo pélvico, y con el tiempo, retomar mi espacio para entrenar:

Haz ejercicio en momentos de espera.

Si estás esperando a que el bebé se despierte de una siesta, por ejemplo, puedes aprovechar ese tiempo para hacer algunos ejercicios de suelo pélvico.

Crea un horario.

Puedes asignar un tiempo específico del día para hacer tus ejercicios, como por ejemplo después de la ducha, al levantarte, al acostarte.

Pide ayuda. 

Si estás teniendo dificultad para encontrar tiempo para tus ejercicios, pide ayuda a tu pareja, amigos o familiares para cuidar al bebé mientras tú te tomas unos minutos para ti.

Ahora, yendo al punto, aquí algunos consejos para ayudar a recuperar el suelo pélvico después del parto:

Evita esfuerzos excesivos: 

Evita levantar objetos pesados o hacer ejercicios intensos. También es importante tomar medidas para ayudar a prevenir la tensión y el estrés en la zona del suelo pélvico manteniendo una buena postura al sentarse, pararse y caminar, y realizar ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico de manera gradual y bajo la supervisión de un profesional.

Evita estar sentada por largos periodos de tiempo. 

Si pasas mucho tiempo sentada, los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse. Trata de levantarte y moverte cada hora o dos, y evita estar sentada con las piernas cruzadas. También puedes usar un cojín de apoyo para la zona pélvica cuando estés sentada por un período prolongado.

Haz yoga. 

Algunas posturas de yoga pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, como la postura del árbol o la del guerrero.

Descansa y busca espacios para relajarte un poco. 

El estrés y la falta de descanso pueden debilitar los músculos del suelo pélvico. Trata de dormir lo suficiente, y de relajarte cuando puedas.

Es recomendable que, antes de empezar cualquier rutina de ejercicios, hables con un profesional de la salud que te pueda dar luz verde al respecto. 

Por último, recuerda que cada mujer es diferente y es importante escuchar a tu cuerpo y no forzarte a hacer algo que te cause dolor o incomodidad. 

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